Es época de lluvia en el sudeste asiático, el paisaje alrededor es de un verde nítido y frondoso. El Río Nam Ou se muestra rojo e intenso, navegando por él en una sencilla canoa a motor llego a Muang Ngoy. En este pequeño poblado de Laos se manifiesta la calma que caracteriza a los laosianos. La aldea se compone de una sola calle no muy larga con pequeñas entradas a los hogares de sus habitantes, parece no haber nadie. De repente observo a unas señoras que se dirigen hacia el oeste, decido seguirlas y allí me encuentro con el funeral. 

 

El budismo Theravada, introducido al país de Laos en el siglo VIII, configura muchos aspectos de la cultura laosiana, sin embargo no marca eventos importantes del ciclo de vida. La muerte, por el contrario, es una excepción. Las ceremonias funerarias budistas de Laos pueden ser mas simples o mas complejas dependiendo del poder adquisitivo de las personas y sus costumbres. La ceremonia, la cual se realiza en la casa del difunto, puede llegar a durar hasta tres días y aquí todas las personas adultas del pueblo deben ayudar a la familia, ya sea construyendo el ataúd, cocinando o acercando ofrendas.  La familia de la persona que murió cuida y brinda un agasajo con comidas, bebidas y juegos de naipes para todos los presentes en la despedida del cuerpo de su ser querido, que toma forma de celebración. Una vez que se encuentra listo el ataúd, cuando el cuerpo pasó el suficiente tiempo en su habitación para despedirlo, se procede a las oraciones de los monjes y finalmente se traslada el cuerpo al lugar donde será cremado.

 

En el funeral de Muang Ngoy se estaba despidiendo el cuerpo de un joven de 31 años que murió a causa de una enfermedad no diagnosticada. El pequeño poblado no posee hospital y solo hay un médico, tampoco existe una sala minimamente equipada para ese tipo de situaciones. Ante la inminente muerte del joven, su familia decidió no trasladarlo hacia el hospital más cercano situado en la ciudad de Luang Prabang, a unas 10 horas en bote. De esa manera y de acuerdo a la tradición budista, el deceso ocurriría en su hogar rodeado de su familia y seres queridos.