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LAMA

Realizado en la Residencia FOCCO.
Coquimbo, Chile. 2019

abajo el texto

LAMA

Coquimbo, chile. 2019.
 

 

Coquimbo se ubica frente al Océano Pacifico y a 460 kilómetros al norte de Santiago, la capital Chilena. Esta ciudad costera además de poseer un antiguo puerto y una larga tradición pesquera, conserva como parte de su identidad una actividad prehispánica que a lo largo del tiempo se convirtió en un oficio. Los primeros recolectores de algas fueron justamente los originarios habitantes de estas tierras áridas: los Changos, quienes la usaban para su alimentación.

 

Actualmente, los algueros, como son denominados, recolectan este recurso con fines comerciales, aunque siendo en la cadena productiva el eslabón más bajo.  De esta manera, la actividad se mantiene pero en condiciones laborales extremas, sin garantías ni derechos sociales. Actualmente la recolección de algas se paga entre 40 a 60 pesos chilenos el kilo, esto es equivalente a 6 o 9 centavos de dólar. 
Esto lleva a los y las algueras a tener que trabajar un promedio de 12 horas diarias para lograr recoger una cantidad suficiente y así ganar un salario que no llega al mínimo vital y móvil.

 

Este tipo de alga llamada lama marina es muy preciada en Japón, China y Francia, donde la emplean fundamentalmente para producir espesantes alimenticios, cosméticos, fármacos y comida para animales.

 

Un significativo número de familias algueras (recolectoras) viven en un asentamiento ubicado al lado de un humedal y frente al mar. Estas personas no poseen las escrituras de estas tierras tomadas por ellos hace más de tres años. Sus viviendas fueron construidas con restos que dejó el último maremoto o tsunami ocurrido en 2015. Así mismo, el Estado Municipal los presiona para que abandonen éste territorio, que por su ubicación, es pretendido para el desarrollo de proyectos inmobiliarios.

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