En el tejido rizomático de la vida, cada línea está en constante movimiento, entrelazándose con otras para formar una gran trama. Aquí, todo está interconectado: La Selva Maya filtra el agua de las lluvias y llena a los cenotes de azul cristalino que fluye en ríos subterráneos por grandísimas y misteriosas cuevas. El agua de los manglares y cenotes desembocan al mar y le dan color al caribe y sus corales; todas las especies y devenires que aquí habitamos estamos formando un gran tejido que nos une.

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A través de conexiones visuales polifónicas, exploro y busco responder a las complejas interacciones entre la naturaleza y la cultura en la península de Yucatán. Se trata de un proyecto de largo aliento en el cual a través de la mirada interpreto múltiples capas de significado que habitan este espacio: desde lo sensorial hasta lo simbólico, lo imaginario, lo espiritual, lo cultural y lo histórico.

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Este territorio sagrado, donde los antiguos Mayas veían en los cenotes las puertas al inframundo, al Xibalbá, enfrenta hoy enormes amenazas tanto ambientales como en el tejido social y la rica herencia cultural de las comunidades originarias, quienes, al verse desplazadas, han alzado su voz en resistencia.

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Es por ello que propongo, a través de la documentación del paisaje y retratos de sus guardianes, dejar un registro en la memoria colectiva, una huella que atestigüe la vida en este territorio y su fundamental importancia para México y el mundo. Este proyecto es un llamado a la acción y la reflexión, un recordatorio ante la necesidad de proteger este valioso y sensible ecosistema en peligro. El RIZOMA propone otra forma de relacionarnos con la tierra, de habitarla, desde un sentido más empático y responsable con la vida en su totalidad, honrandola para nuestro futuro.

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* Proyecto seleccionado por Photo Vogue dentro de la convocatoria Panorama Latinoamericano 2024. 

https://www.vogue.com/article/discover-the-shortlist-of-100-artists-from-latin-america-panorama